LEÍDO por ROSA IGLESIAS
ESTA MURIENTE LUCHA SIN VOZ
Te equidistas, palabra,
entre oraciones, consignas y mitos
No eres sangre del verbo
sino luz
Occidentales plegarias en tránsitos durmientes
desfilan imperfectas como llagas hacia el cielo
Orientalidad persecutoria e invertebrada del rezo
que gira, reverbera; alineando órbitas indaga
en la homilía singular y estratégica
como sublime furia de las prístinas almas
Albergarás de cierto , secreto intrínseco en recaudo,
mis preliminares deseos, definitivos, aletargados,
contra esta sed aliterada
a las tantas hambres atrasadas de letra
Oh, tú, mi ángel del entredicho, enclaustrado ahora
en el silencio,
resucítame la malherida posibilidad del versar
cuando muere tácita, atrapada y distraída
por entre mis tímidos obstracismos,
mis flacas oratorias, disertaciones e intentos